A veces me canso de despertarme.
¿Y para qué, si todo será igual, sin nada
que soñé anoche?
Lo cual me llena de baches la mente y
me desvíe de mi ruta,
Hasta que acabo inmerso en la
procrastinación de hacer aquello que tanto odié.
Pero es que también odio mucho sentir lo que no quiero,
Levantarme y pensar en aquello que aún no supero,
Aquello que recuerdo, que se hace en mi un
pasado demasiado presente y me hace daño,
Aquellos deseos
que, al despertarme, quedan inmersos en la oscuridad por la realidad que vivo
Y otra derrota más en la larga lista que llevo,
Una lista de
mi mundo más frágil, que me hace alejarme de unas realidades presentes,
Ésas que, al
contemplar y comparar con las perspectivas, me doy cuenta de que sigo corriendo muy
detrás...
Muy detrás, en mi propia carrera, sin meta ni ilusión.
Un miedo que me lleva a odiar más lo que deseo con lo que vivo,
Pidiendo a
gritos una mano de rescate del zulo que, con mis frustraciones, sigo
cavando.
Recuerdo los buenos consejos del abuelo, de levantarme tras cada caída,
que no era buen campeón aquel que no superaba varios obstáculos,
que la victoria, cuanto más tarde llegue, mucho mejor sabe,
Mas, no somos lo de hoy, somos lo que hacemos por el
mañana.
Y seguiré cavando
hasta deshacerme de esa garras.
Y por más que odie lo que vivo, sigo esperando con la
mente alta el día de la gloria
Porque dentro de mí vive una esperanza que, aunque sea ciega, sigue empujándome a mi fin,
Fin
que se presentará ante mí cuando al fin pueda decir que sí, lo conseguí.
Y llegaré, de eso estoy seguro,
Llegaré a la meta y me sentiré victorioso,
Tocaré el cielo y
no seré el yo de hoy, sino aquel que tanto me costó construir.
Y notaré que lo conseguí,
porque me abrí al mundo y acepté estar con aquello que odio y convertirlo en
fortaleza de vida,
Porque aprendí y
asumí los fracasos como la antesala del éxito para el cual me preparo.
Y comprendí que
en el mundo no existen bandejas hechas y rellenas para aquellos que realmente
luchamos
Por eso, aún
escuchando el silencio del mar, aún odiando la soledad y la angustia, siempre
tengo presente que por algo fui engendrado.
Y aunque lo odie,
ya aprenderé a amarlo.
Cayetano Nchuchuma, Heriberto, Sulpicio Mese y Paula Luisana Nkara
👏👏👏👏👏
ResponderEliminarBrutal.
ResponderEliminarLlegareis lejos, sólo seguir luchando por aquello que os gusta😍♥️
ResponderEliminarMuchas gracias.
Eliminar🔥💫
ResponderEliminarFantástico, verdad?
ResponderEliminarÁnimo chicos, seguir creciendo.
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