Donato Ndongo Biyogo critica el silencio de los “insignes escritores” ante las atrocidades del país

-Por: Bonini Nguema Sima

    En la tercera jornada del “III Encuentro de Hispanistas Africa y España”, el escritor Donato Ndongo en el hemiciclo de la Casa África (Las Palmas de Gran Canaria, España) fue crítico con el nivel literario de los nuevos autores; sobre todo con las autopublicaciones, una moda que se ha impregnado en la conciencia de los ególatras que buscan reconocimiento social que, sin embargo; sus plumas padecen de miopía ante las atrocidades que sufren los de “a pie”.

    Ndongo Biyogo, en su conferencia sobre “La literatura hispana de África”, no ha censurado su opinión y ha dejado claro que muchos de los escritores, además de su incapacidad en el análisis literario, la falta de estilo y la ortografía, son aduladores del régimen actual. 

    Con una mirada fija sobre los apuntes que traía y otra buceadora en el público, expuso: “dirán que exagero, dirán que no es cierto porque no lo han leído en el ABC, el Mundo o La Vaanguardia […], pero a mí me consta los cadáveres de hombres emasculados y de mujeres encontradas muertas con los pechos cercenados; la lista de niños y jóvenes desaparecidos [o bien] secuestrados por gente con nombres y apellidos. Dirán que no les consta […], pero a mí me consta que padres casan a sus hijas de ocho años con adolescente de trece a cambio de dinero”. Dirán -continuaba el conferenciante- todo lo que se les ocurra sobre gente como yo, pero no deja de ser cierto que existen congeladores repletos de órganos humanos y muslos infantiles usados como mercancía en sus transacciones o viandas -carne para la alimentación- para sus rituales de brujería”. Todo esto es visible y nadie lo puede negar, sin embargo; tal y como lo expuso Ndongo Biyogo con los dedos izquierdos entrecomillados al mencionar a los “Insignes Escritores”, estos audaces de la autopublicación permanecen ciegos y mudos ante el embrutecimiento e inhumanidad.

  “Nuestros ‘Insignes Escritores’ e intelectuales permanecen ciegos y mudos -diríase también indiferentes-, ante el creciente embrutecimiento y la palpitante inhumanidad. Y a mí me parece un fraude, una estafa a sus lectores, compatriotas y a sí mismos que, quienes deberían alzar la voz miren hacia el otro lado”, sentenció Ndongo Biyogo. 

    En la misma disertación ha hecho eco de la última conferencia cancelada el 31 de julio del presente año en el Centro Cultural Ecuatoguineano (Malabo) en la que el propio Ndongo debía ser ponente. Como si no fuera suficiente la herida provocada, ya que muchos jóvenes escritores -esto sí, los herederos de la Literatura Consciente y no los faranduleros del reconocimiento social-, se quedaron -literalmente- en las puertas de escuchar en vivo al más grande de los escritores guineoecuatorianos de todos los tiempos; untaron algo de sal sobre el hecho llevando a la cárcel a Joaquín Eló, uno de los promotores de la actividad.

    A modo de comentario sobre la reivindicación de Donato Ndongo Biyogo, el pasado 23 de noviembre del 2023, y antes de que alguien escriba mi nombre con mi propia sangre, les menciono por si no lo sabían la frase de un científico estadounidense, “Nosotros caminamos a lomos de personas grandes”. Los genocidios étnicos, la esclavitud y los colonialismos son realidades que se cuentan con un borrador a mano en las aulas de clase, conferencias y otras actividades parecidas porque somos conscientes de que se ha de borrar en la memoria histórica. Sin embargo, aquello no habría sido posible si activistas, ya sean los que la historia recuerda como los que sí, no hubieran alzado la voz como lo ha hecho Donato Ndongo. Este ejercicio ya no puede salvar a los que perdieron la vida, pero sí a los que están en peligro de perderla. Tal vez en alguna parte este artículo sea leído y sirva para concienciar, aunque sea en el último respingón al victimario antes de realizar el acto.