Otra vez, otro llanto perdido entre los tantos.
Bienvenido, héroe cuya identidad
serán los cayos en los dedos,
esclavo de palabras cuyo consuelo
resonará en su interior.
Mente nostálgica,
por retornar a realidad de felicidad efímera que,
por rácana
se quedó en el subconsciente.
La mira hacia atrás
preguntando si pensará en tu existencia,
sólo fueron minutos placenteros
de los que ya no se quieren acordar.
Bienvenido, hijo cuyas lágrimas
se limpiarán por el polvo;
bienvenido al mundo... bastardo.
Elma Mangue (Luna sin Voz)
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