Todo empezó en una siniestra mañana, cuando el instinto me motivó a no pasar por alto aquella llamada; me llamaba el arte con destello, me decía que haría de mi universo un lugar muy bello... Pasé por alto aquella llamada y me escondía entre mis estudios, los mismos que usaba como escudo para defenderme contra mis adversarios y los suyos. Sentía que algo me faltaba, cuenta no me daba de que aquello estaba en mis manos y que solo tenía que moverlas.
Pasaron días, noches, meses y años para encontrar aquello que buscaba y unir las piezas que faltaban.
Durante el año escolar, ocurrió algo que marcó mi vida ; alguien me motivó a iniciarme en el arte... Me sentí alagado al oír sus palabras...¡Cómo no si venían de un artista al que muchos admiraban en el centro!
De esta manera, se inició una historia que marcó mi vida hasta ahora, me abracé al arte y no dejé que se me fuera de las manos por segunda vez; aquello que al inicio parecía un capricho de la niñez se había convertido en una pasión.
Hasta entonces vivo en ello, me despierto en ello, contempló cuán bello se relucen los espejos de sus bocetos, la armonía de sus sombras y la calidez del difuminato en los rostros o paisajes. ¡Esto es arte, vivir en paz contigo mismo y unir todas vuestras partes!
Continuando en mi camino, en búsqueda de mi destino, me encontré con un hueco que creaba mi mejor amigo, mi otro yo
No hacía más que hacerme preguntas a mi mismo, buscando respuestas entre colosales abismos, no entendía nada, por más que preguntaba no hallaba esclarecientes respuestas. Tras varias mañanas de reflexión, encontré en mí la solución ; empecé a crear mis propios problemas y a darles soluciones, pude compartir mis ideas y hacerme amigo de las letras. Así marqué mi vida sobre el papel, ahora siento que tengo el poder de compartir el arte en dos dimensiones, dibujando rostros y embellecido hasta las palabras más tristes.
Así marqué mi vida sobre el papel.
Gracias padre por todos estos dones y por toda esa gente que han hecho que mejore, por todos los artistas que he conocido y a OMAL por influir tanto en mi literatura.
Gabriel Sangale Endje
¡Qué grande eres!
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